miércoles, 26 de diciembre de 2012

La potomanía

Todos sabemos que es bueno beber dos litros de agua, o incluso tres  si es verano o hemos realizado alguna actividad física que nos haya producido cierto desgaste, pero es un mito eso de que “cuanto más se beba, mejor”.
El agua, aún a pesar de ser muy necesaria para un buen funcionamiento de nuestro organismo, no es inofensiva.
La potomanía es un trastorno que se incluye dentro de los desórdenes alimenticios y que consiste en la ingesta compulsiva de agua a todas horas. Excederse en el consumo de agua a diario produce graves riesgos en la salud, e incluso puede llegar a ser mortal. Expertos en nutrición enumeran entre los riesgos de un excesivo consumo de agua la alteración en el funcionamiento de los riñones, de la sangre y el equilibrio de los fluidos internos.
Mucha gente piensa que bebiendo mucha conseguirá eliminar el apetito y por lo tanto, bajar de peso, y además lo entiende como un efecto depurativo mediante el cual eliminar toxinas y líquidos. La consecuencia de beber agua e exceso es que minerales como sodio, potasio y magnesio se diluyen con mayor rapidez en el plasma sanguíneo, lo que ocasiona calambres, cansancio y pérdida de agilidad mental.
El descenso de niveles de sodio en la sangre se conoce como hiponatremia, una situación muy difícil de revertir. También afectaría al funcionamiento del cerebro y podrían aparecer náuseas, dolores de cabeza muy intensos o letargia. Los casos más graves terminan en convulsiones, parálisis o incluso la muerte.
A todo lo anterior hay que sumar el hecho de que subyace otra enfermedad: la potomanía, un trastorno que los médicos describen como una adicción, y que se asemeja a desórdenes alimenticios del tipo de la bulimia, ya que la persona adicta al agua asocia su ingesta a una sensación placentera.


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