Hace nada comenzó el año y ya casi sin darnos cuenta estamos practicamente a mediados de febrero, lo que significa que se acerca un día muy esperado por algunos y muy odiado para otros.
Sí, sí, se acerca San Valentín: el día del amor.
Muchos asociamos este día a los enamorados, pero no todos hemos encontrado aún al nuestro o la nuestra o incluso quizás él o ella está lejos de nosotros/as...
Pero estos no son motivos para que no celebremos este día.
Además de este tipo de amor existen muchos más:
amor por la familia, amor por los amigos, por lo que hacemos...
Pero quiero centrarme en uno en concreto: el amor por uno mismo, o lo que es lo mismo: el amor propio.
Yo sé lo complicado que puede ser llegar a querer y apreciar nuestros cuerpos, a mí en concreto me cuesta mucho pero me gustaría proponer una nueva forma (no tan nueva) de vivir el día de San Valentín.
¿En qué consiste? Muy sencilllo. De lo único que se trata es que dediquemos este día para nosotros/as mismos/as.
¿Qué podemos hacer? Tantas cosas como se nos ocurran:
Puedes comprarte algo para tí, darte un baño de agua calentita, salir a cenar con tus amigas...
Todo lo que te haga sentir bien vale. El único fin es prosperar, nunca lo olvides:
No todo es dar, también hay que recibir.
Quiérete a tí misma y feliz día de San Valentín!
No hay comentarios:
Publicar un comentario